lunes, 19 de enero de 2015

Traducir videojuegos

Cuando me hice traductora, decidí que quería especializarme en traducción audiovisual, como la mayoría. Sin embargo, mi objetivo real era el manga o los videojuegos. Y como objetivo más realista, el software, es decir, la traducción técnica. (Podéis leer artículos sobre la especialización en Algo más que traducir, La traductora sin palabras, Zesauro traducciones, Traductoradas, etc., por citar unos pocos).

Cuando estaba haciendo la carrera, durante mi último año, hice la asignatura opcional de prácticas, más que nada por tener algo de experiencia. Las hice en Europa Press de Catalunya, traduciendo noticias del castellano al catalán (más bien corrigiendo al traductor automático) y al aranés (idioma que desconozco...). No me gustó nada, ni el ambiente, ni el trabajo en sí. No me sentía realizada corrigiendo noticias. Pero bueno, algo es algo.

Durante el máster, y gracias a una amiga mía, me enteré de que podía hacer prácticas en Hewlett-Packard como editora de localización-revisora-traductora esporádica. El centro está situado en el polígono de Sant Joan, Barcelona, cerca de la Universitat Autònoma de Barcelona. Durante más de un año, estuve trabajando como becaria revisando y editando la documentación de impresoras de gran formato (industriales). Me sentía bien, hacía algo que me gustaba, aunque a veces el volumen de trabajo era abrumador (otras veces nulo). Aprendí mucho, especialmente sobre localización, pero también sobre el uso de programas como Notepad++, Adobe Pro, Illustrator, etc.

Podría haber seguido otro año más con ellos, pero me ofrecieron una beca para ir a estudiar a Japón en mi primer año de doctorado. Quería aprovechar la oportunidad, porque nunca sabes si te la volverán a ofrecer. ¿Verdad? Así que decidí dejar mi maravilloso trabajo en HP (lo único malo es que estaba súper lejos de mi casa), y aceptar la beca como investigadora.

Durante mi estancia me dediqué exclusivamente a estudiar japonés y a disfrutar de la experiencia. Total, solo iba a durar 6 meses, ¡tenía que aprovecharla al máximo! (Tuve la mala suerte de ponerme enferma y casi tengo que volver antes, pero lo superé).

Al volver decidí que tenía que empezar a dedicarme a buscar trabajo de lo mío, y no solo investigar. ¡De algo tenía que vivir! Y qué difícil... Entrar en la traducción de los videojuegos requiere muchos años de experiencia. O suerte, suerte de que busquen a mucha gente para un proyecto grande y el rasero esté más bajo. De momento he encontrado una solución, traducir como fan videojuegos para Clandan.

De momento he participado en la traducción de Endless Space: Disharmony y Betrayer, y estoy con la de Avernum: Scape from the Pit. Todos para PC y a través de la plataforma Steam. Lo bueno es que la mayoría de traducciones cuentan con el permiso, e incluso apoyo, de los desarrolladores, siendo algunas traducciones oficiales al final.

Supongo que muchos lo habrán hecho también, lo de traducir por amor al arte. El caso más conocido es el de Pablo Muñoz, quien empezó a los 14 tiernos añitos a romhackear juegos para traducirlos. Podéis leer su historia (y blog) aquí.

Bueno, tengo trabajo, ya hablaré más adelante de los juegos.